MAGMA VIETCONG

Ayer fue particularmente duro. Tipo tortura del Vietcong. Antonio se clavó un clavo de la escafandra en la frente que casi le saca un ojo. Mientras, Villén en la caja, asfixiado, pero contento, porque se le ha prometido una caja más grande. Después, a Riky le dió un subidón de tensión en una escena de pelea con un muñeco, y vomitó. Bueno, y a la vez Tallafé-cabeza con el cuerpo metido bajo el suelo. Así horas. Y no había manera de acabar la secuencia, y cuando uno lo hacía bien otro se perdía, y Carolina con el arma de un lado para otro, la pobre. Y yo aún diría más: Carlos con una bolsa de plástico en la cabeza, siempre, y en la misma secuencia. Mientras ocurría todo esto, Pedro Costa con los de televisión, y yo dicendo que quiero muñequito de Roswell como los de Macfarlane. Y ellos dicendo que si quiero colección de cromos. Y yo les digo que sí. Quiero cromos de la serie, para ir a cambiarlos a la Plaza Nueva. Como cuendo eramos pequeños. Ibamos a cambiar cromos a la Plaza Nueva en Bilbao. Y decías: silo, silo, nolo, nolo, silo... Se genera un magma confuso de emociones. Diversión total, Cansancio crónico, angustia psicólogica de no cumplir plan, el plan, el plan, el dinero, el dinero, que no llega el dinero, el clavo en la frente, por Dios que lo hagan bien, no me da tiempo, no me da tiempo, más rápido, más rápido... Y tu cabeza escapa, asustada, y se refugia en un album de cromos. Quiero un album de cromos, y pegamento y medio.