Rommel, El Alamein y las chuches.

Hoy tengo que rodar la mitad de un solo episodio en un solo día, si no quiero pinchar. Imagino que será imposible. O igual no. Ayer rodamos mucho y bastante bien, pero el tema requiere un nivel de tensión psicológica que no puedo marcar por la mañana y por la tarde. Después de comer ya no puedo mantener el rollo Rommel. Más que el Zorro del Desierto soy la Puta del Coronel. Debe ser la edad. En cualquier caso, estoy orgulloso de mi Blitzkrieg, y desafío a quien sea a superarlo, pequeños bastardos. Y rodando en cine, señores, que cada episodio es como una película. Son películas de 35 minutos cada cuatro días. ¿Se dan cuenta? Como rodar una largo en semana y media. La Asamblea de Majaras, el Comite Internacional de Jubilados Español (espero que lean esto con cariño), me informa que estoy gastando más material de lo normal. Típico comentario entrañable jubiloide. Ellos, en el fondo de su tierno corazón inconsciente, saben que tengo que elegir, entre la muñeca o el balón. O pinchar salvajemente, o cumplir plan. Estamos hablando de eso. Es como decir: oye, Rommel, acaba con Montgomery, mátales a todos, pero no gastes muchas balas, ¿vale? ...Y no. Queremos ganar en el Alamein y que nos sobre para golosinas, y no.